Un Niño «montañesino» de La Escalera
Una familia cofrade viste a un Niño Jesús con la túnica de la Hermandad
En 1606 Juan Martínez Montañés recibe el encargo por parte de la Archicofradía Sacramental del Sagrario de Sevilla “que se haga un Niño Jesús para las fiestas que la dicha cofradía tiene y tuviere”. El genial imaginero creó el prototipo del Niño Jesús triunfante y glorioso que serviría de base para el arte barroco posterior. El enorme atractivo de esta airosa figura hizo que el modelo fuese copiado repetidamente hasta el punto de conocerse como Niño Jesús “montañesino”.
Santa Teresa fue la principal impulsora de las figuras exentas del Niño Jesús en España, como medio de exaltación de la humanidad de Cristo, dando lugar durante el siglo XVII a todo un fenómeno iconográfico, de marcado sello español, que derivó en una producción masiva de tallas destinadas a iglesias, cofradías y conventos. Es precisamente en el interior de las clausuras donde las figuras reciben una gran variedad de adaptaciones con la indumentaria y los accesorios elaborados por las monjas, que les conferían diferentes caracterizaciones, dando lugar a un extenso catálogo en el que el Niño Jesús puede aparecer como pastorcillo, peregrino, abogado, hortelano, cocinero, fraile, sacerdote, obispo, papa, etc. …
Estos Niños están concebidos en plena desnudez para poder ser vestidos de arriba abajo, facilitando su adecuación a los distintos ciclos del año. Así, se presenta como Resucitado victorioso en Pascua, como símbolo eucarístico en el Corpus, etc., ajustándose a la perfección a las necesidades de culto, y suelen disponer de un ajuar de indumentaria ricamente bordada, objetos y joyas que forman parte de su cambiante ornamento.
En las hermandades del sur de España es tradición, llegada la época de Semana Santa , el vestir a estos Niños con el atuendo propio de cada Cofradía a fin de que presidan los distintos altares que con sus insignias instalan en esas fechas. Además, en los últimos años, se ha generalizado el uso particular de reproducciones de estas imágenes por parte de cofrades que les rinden culto en sus propios domicilios.
Esta costumbre también ha llegado a nuestra Ciudad y podemos encontrar cómo una familia cofrade posee una copia del Niño Jesús de Montañés, realizada en pasta de resina, a la que ha confeccionado el atuendo propio de sus hermandades riosecanas, una de las cuales es la del Descendimiento. En las fotografías que acompañan estas líneas podemos ver cómo no se han escatimado detalles en la indumentaria: túnica, careta, cordón, medalla, pañuelo, horquilla… para vestir a este Niño, que estuvo expuesto hace un par de años en el escaparate de los estudios del desaparecido diario digital La Voz de Rioseco.