Sor Concepción cumple sus bodas de oro como religiosa
23 julio 2007
Dada la vinculación de las madres clarisas con la Semana Santa riosecana reproducimos aquí este artículo aparecido hoy en Diario de Valladolid – El Mundo
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Sor Concepción Vega, del conventode Santa Clara de Medina de Rioseco, cumple este año sus bodas de oro como religiosa
Teresa Castilviejo MEDINA DE RIOSECO. –
La clarisa Sor Concepción Vega cumple este año sus bodas de oro profesionales. Atrás queda el lejano enero de 1955 en el que llegó al convento de Santa Clara en Medina de Rioseco. Concepción Vega (Jimera de Libar, Málaga, 1938) renovará la profesión el próximo viernes en la Eucaristía que oficiará el cardenal de Sevilla, fray Carlos Amigo.
Sor Concepción manifiesta que decidió ingresar en la orden franciscana porque quería ser monja de clausura. “El sacerdote riosecano Vicente Rubio me regaló un libro de Santa Teresita, y fue él quien me trajo a Medina de Rioseco cuando terminé mis estudios en el colegio”, afirmó.
La madre clarisa recalca que de pequeña tenia el deseo de ser monja, pero que la verdadera vocación la fue adquiriendo con el tiempo. Su infancia transcurrió como la de una niña normal, “muy feliz y rodeada de su familia en Jimera de Libar y en La Línea de la Concepción, hasta que, con 16 años un frío día de enero llegó a Rioseco para ingresar en el convento de Santa Clara como postulante. “Recuerdo el primer año en el convento con gran felicidad a pesar del frío, fui muy bien recibida por la madre Soledad y viví momentos muy felices por eso continué”, señaló.
Uno de los peores momentos que ha vivido sor Concepción en el cenobio fue el incendio de 1978, donde un cortocircuito hizo presagiar el fin del convento. “Aquel día lo viví con mi cha angustia porque pensábamos que perdíamos el convento, pero gracias a Dios, no fue así”, recuerda la madre clarisa, que ha sido nueve años Madre Abadesa.
Al igual que sus otras siete hermanas con las que convive en el convento, se levanta a las seis de la mañana para comenzar la oración durante dos horas en el coro. Tras la misa matinal comienza el trabajo diario de una casa: lavar, cocinar … Además de bordar, coser y realizar las formas para las misas. “Aparte de las tareas del hogar, tenemos tiempo de oración y de recreo que dedicamos a jugar, leer o descansar. Pero siempre en Dios y por Dios, que es nuestra base”, indicó.
Tras 50 años en clausura, señaló que la vida de clausura ha cambiado mucho, “antes era más dura y austera”. “Ahora se sale más del convento por el tema médico, bancario y de formación”, explicó.
Si a Sor Concepción cuando llegó al convento riosecano la hubiesen dicho que iba a ser una de las actrices de un cortometraje no se lo hubiese creído. Cuando Ramón Margareto nos hizo la propuesta de grabar un día de nuestra vida en el convento me pilló por sorpresa, ser actriz en Clarísimas fue una experiencia diferente”.
La clarisa, quien declara sentirse riosecana “de verdad” destaca la profunda relación entre la Comunidad Clarisa y los riosecanos. Asimismo, confiesa que la Resurrección y la Navidad como franciscana son los días más especiales del año para ella.
Misa oficiada por Carlos Amigo
Corría el año 1955 cuando una joven malagueña de 16 años, que desde niña había deseado ser monja, llegaba al convento de Santa Clara de Medina de Rioseco para ingresar como postulante.
Tras los dos años de noviciado profesó su vocación en el año 1957, y el próximo viernes la renovará. Un día que Sor Concepción espera con gran alegría y no olvidará jamás.
A las 19.30 horas dará comienzo el acto de las bodas de oro, con la misa que oficiará el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, muy vinculado al convento desde niño, pues en su infancia intervino como monaguillo y el 23 de julio de 1960 cantó su primera misa.
Sor Concepción manifiesta sentirse muy agradecida de verse tan querida y acompañada de sus hermanas y de los riosecanos desde el primer día que llegó a Medina de Rioseco, al tiempo que adelanta que vivirá el acto del viernes con especial emoción y dando gracias a Dios.
Por su parte, apostilló “que se está perdiendo la vida religiosa por la falta de fe que existe actualmente” y anima a las jóvenes a seguir su mismo camino y compartir su forma de vida.
Desde la Hermandad del Descendimiento nuestra más sincera enhorabuena a sor Concepción.