Eduardo Franco Felipe pregonó la Semana Santa 2010
28 marzo 2010
Lo tenía claro, el suyo iba a ser un pregón «popular», muy cercano. Desde hace más de cincuenta años ha vivido las procesiones desde la presidencia, debajo del Paso y como un vecino más a pie de calle, distintos puntos de vista que le han ofrecido la posibilidad de apreciar cada detalle de la Semana Santa de Medina de Rioseco. Y ayer, junto al Paso de su Hermandad, el Santo Sepulcro, Eduardo Franco echó mano de su memoria para narrar en primera persona y en un emotivo pregón el pasado y presente de las cofradías y procesiones y para rendir un homenaje a la gente de la que considera su ciudad. «Mi amigo Perero me dijo en una ocasión que para que un pregón fuera bueno debería de hablar de los riosecanos y de sus pasos», confesó en su intervención. Y así fue.
En una iglesia de Santa María llena, el que fuera alcalde de la Ciudad de los Almirantes durante 16 años llegó escoltado por los 16 Mayordomos y varias autoridades, entre las que se encontraban el alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez; el presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano; el delegado territorial de la Junta, Mariano Gredilla; y el diputado socialista Emilio Álvarez.
Tras escuchar el himno oficial de la Junta de Cofradías ‘La Lágrima’, Eduardo Franco comenzó a compartir con los allí presentes los sentimientos que viven los riosecanos en la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. «Vivimos por y para la Semana Santa y que esta tradición viene de padres a hijos, que es la misma de hace, como decía Fernando del Olmo, cuatrocientos años», manifestó.
Así, recordó la existencia de más de 3.000 cofrades en una población de 5.000 habitantes, tuvo un especial recuerdo para las familias más conocidas de cada una de las 16 hermandades que tiene la localidad, a las que nombró por apellidos o apodos, y brindó varios guiños a sus familiares y amigos, entre ellos su madre, sus hijos o sus tíos.
Emocionado, vinculó la Semana Santa con los olores de cera en lampadarios y faroles del Domingo de Ramos, los sabores de los menús que degustan estos días cada cofradía, los sonidos de las antiguas carracas y matracas y el color de las túnicas. «Todo unido forma el simpar espectáculo de las procesiones», aseveró este hermano del Santo Sepulcro, quien rescató además poemas de Ángel María de Pablos y Rafael Duyos, sonetos de San Juan de la Cruz y frases de algunos de los pregoneros de años anteriores.
En el primer año con la declaración de Interés Turístico Internacional, el pregonero destacó también esta distinción, algo que, aseguró, «va a representar más difusión, más publicidad, más reconocimiento, más visitantes y, acaso, más responsabilidad».
En este sentido se pronunció también el presidente de la Junta Local de Semana Santa, Andrés San José, quien aseguró que éste es «el primer año de una nueva andadura, un nuevo reto» que asumen «gustosamente», pero «conscientes de la responsabilidad y el honor que ello supone».
Poco antes del comienzo del acto, el pregonero firmó en el Libro de Honor de la Junta Local de Semana Santa en el que plasmó lo siguiente: «Para un riosecano ser Pregonero de la Semana Santa es lo mejor que le puede pasar. Este año inauguramos Semana Santa Internacional. Para todos los riosecanos, es un orgullo pero de forma especial para todos los hermanos y cofrades».